La comunidad de Sabana Yegua, en Azua, expresó profunda consternación tras confirmarse la pérdida de Jeremías Comas Méndez, un menor que permanecía en condición crítica debido a una neuroinfección acompañada de una hemorragia cerebral. La información fue confirmada este domingo por familiares, según indicó a este medio una tía de la madre, quien detalló el difícil proceso vivido durante los últimos días.
El menor dejó de vivir la noche del sábado, luego de permanecer varios días ingresado en una unidad de cuidados intensivos, enfrentando un cuadro de salud sumamente delicado. Su traslado hacia Santo Domingo fue complejo, debido a la falta de disponibilidad inmediata de una cama en la unidad pediátrica especializada, lo que prolongó la gestión médica y generó gran angustia entre los allegados.
Horas antes de la confirmación, el profesional de la salud que lo atendía desmintió versiones que circulaban sobre una presunta pérdida, aclarando que el menor aún mostraba signos vitales y dependía completamente de soporte vital. Esta aclaración generó un breve momento de expectativa entre los familiares, quienes mantenían la esperanza de una mejoría pese al diagnóstico reservado.
La noticia de la definitiva pérdida provocó un profundo impacto entre los habitantes de Sabana Yegua, quienes venían siguiendo de cerca la evolución del caso debido a la gravedad del cuadro médico. La situación despertó manifestaciones de solidaridad hacia la familia, así como expresiones de tristeza por la partida del menor, cuya condición había movilizado a múltiples actores comunitarios.
El caso también reavivó la preocupación por las limitaciones del sistema de salud para responder con rapidez ante emergencias pediátricas de alto nivel de complejidad. Vecinos y allegados señalaron que la falta de disponibilidad inmediata de una cama especializada representó un obstáculo significativo en el proceso de atención, generando preguntas sobre la capacidad de respuesta frente a situaciones críticas.
Las autoridades sanitarias han sido instadas por distintos sectores comunitarios a continuar fortaleciendo los servicios pediátricos y garantizar accesos oportunos a cuidados intensivos, especialmente en escenarios donde la evolución clínica requiere intervenciones urgentes. Mientras tanto, la comunidad permanece acompañando a la familia del menor, reconociendo el esfuerzo realizado por los profesionales de la salud y lamentando profundamente la pérdida ocurrida.
Por: Juan Piña