Adolfo Antonio Espíritu Santo presentó una denuncia en la que asegura haber sido víctima de violencia física, tortura y maltrato psicológico presuntamente a manos de agentes de la Policía Turística (POLITUR). El hecho habría ocurrido en la avenida España, en Verón, Punta Cana, provincia La Altagracia, República Dominicana. Según su testimonio, el incidente se registró en horas de la madrugada del pasado miércoles, mientras se dirigía hacia un centro de diversiones de la zona.
De acuerdo con el relato compartido por Espíritu Santo, al desplazarse en su motocicleta por la avenida España a una velocidad constante, se topó con un retén compuesto por varias unidades de POLITUR. Indicó que intentó detener la marcha al notar la presencia policial, pero en ese momento, según afirmó, un agente presuntamente lo golpeó en la cabeza con un instrumento de reglamento. Este impacto le habría ocasionado una herida visible y un estado de confusión inmediata como consecuencia del golpe recibido.
El denunciante explicó que, tras ser alcanzado por el impacto, perdió el control de su motocicleta y terminó estrellándose contra una pared cercana, lo que agravó la situación al provocarle lesiones adicionales. “Al momento de cuestionar la conducta del agente, fui amenazado con que, si no decía que simplemente me caí del motor, me fabricarían un expediente y me atribuirían la posesión de un artefacto ilegal”, relató en el escrito dirigido a la redacción de N Digital.
Espíritu Santo señaló que, debido a la magnitud de lo ocurrido, tuvo que ser trasladado de inmediato a un centro hospitalario. Aseguró que durante ese proceso estuvo acompañado por un oficial de la Policía Nacional y un miembro de POLITUR, quienes supervisaron la atención médica. No obstante, afirmó que incluso durante el trayecto y la asistencia en el hospital continuó siendo objeto de maltrato psicológico. Según indicó, enfrentó constantes presiones para que cumpliera con todas las órdenes sin mostrar resistencia ni cuestionamientos.
El denunciante insistió en que la situación lo colocó en una condición de vulnerabilidad considerable, ya que además de las lesiones físicas derivadas de la caída, se sintió sometido a un entorno de intimidación que afectó su estado emocional. “Durante todo el proceso seguí recibiendo maltrato psicológico por parte de los agentes, quienes me presionaban a obedecer sus instrucciones sin cuestionar absolutamente nada”, reiteró en su declaración.
El caso, según lo relatado, señala de forma directa a miembros de la Policía Turística en un área estratégica de Punta Cana. La denuncia se basa únicamente en el testimonio del afectado, quien detalló paso a paso lo sucedido desde el encuentro con el retén hasta su llegada al hospital, destacando tanto los daños físicos como las consecuencias emocionales que asegura haber sufrido a raíz de lo acontecido.
