La cantante venezolana Floria Márquez, reconocida como la Show-woman de Venezuela, dejó de existir durante una presentación artística realizada en la Casa Anauco de El Hatillo, estado Miranda, Venezuela. La noticia fue confirmada por su esposo, el músico Pedro López, a través de una publicación en su cuenta de Instagram.
Según lo informado, la intérprete sufrió un accdente cerebrovascular (ACV) de carácter fulminante mientras ofrecía su actuación. “Con profundo dolor debo informar que esta tarde, mientras cantaba la segunda canción en un show en Casa Anauco, mi amada Floria dejó de vivir súbitamente, aparentemente por un ACV fulminante. Les avisaré oportunamente sobre sus exequias. Se fue de este plano haciendo lo que más amaba”, escribió el músico el sábado 25 de octubre.

El domingo 26 se realizó una misa con presencia de su cuerpo, y posteriormente los restos de la artista fueron cremados. “Gracias por toda la solidaridad en este momento tan duro”, manifestó López en sus redes sociales, expresando agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas.

Floria Márquez nació el 11 de febrero de 1950 en Caracas, en un entorno familiar profundamente vinculado con la música. Su madre fue pianista, y su hermano Rudy Márquez, quien dejó de existir el 9 de octubre de 2024, también destacó como cantante dentro del ámbito musical venezolano.

En 1987, la artista decidió orientarse al género del bolero, etapa que marcaría el rumbo de su carrera profesional. “El 11 de febrero de ese año salía de una viudez y un grupo de amigas me llevó al restaurante El Parque a la hora de los aficionados. Me animaron a cantar. Yo lo hice y, cuando estaba por irme, se me acercaron los dueños del lugar, me mandaron una botella de champaña para que celebrara con mi grupo y me pidieron que me quedara cantando ahí”, relató la cantante en una entrevista concedida en 2016 a la periodista venezolana Carmela Longoria.

A partir de entonces, Márquez tomó clases con el maestro Félix Formental, dando inicio formal a su carrera profesional. Su talento la llevó a firmar un contrato con Sony Music y a compartir escenario con reconocidos artistas como Oscar D’León y Armando Manzanero, consolidando así una trayectoria que dejó huella en la música romántica latinoamericana.
