Santiago Rodríguez.- La tarde de este martes se confirmó el delicado desenlace del coronel Lucilo Francisco Vargas, responsable del cuartel policial de Sabaneta, quien dejó de existir tras resultar afectado por el incendio ocurrido en el depósito de combustible de la dotación durante la madrugada del lunes. La situación generó un notable impacto institucional debido a las funciones que desempeñaba el oficial dentro de la estructura operativa local.
El oficial había sido atendido inicialmente en el Hospital General Santiago Rodríguez, donde los equipos clínicos aplicaron protocolos de emergencia antes de referirlo a un centro de mayor capacidad. Todo el proceso se desarrolló siguiendo los criterios médicos establecidos para lesiones de alta complejidad, principalmente por las condiciones que presentaba al momento de su llegada a la primera unidad asistencial.

Según los reportes institucionales, el incidente se originó en un área operativa sensible utilizada para el almacenamiento de carburantes, lo que exigió una rápida movilización del personal policial y de socorro. Desde las primeras horas del día, distintos equipos acudieron al lugar con el objetivo de controlar la situación y evitar mayores afectaciones en zonas colindantes del cuartel.
En medio de las maniobras para manejar el suceso, el cabo Yefri Aguilera resultó afectado mientras asistía al coronel, cumpliendo los procedimientos de auxilio establecidos para escenarios de riesgo vinculados a materiales inflamables y espacios restringidos. La exposición al entorno operativo generó consecuencias que requirieron atención inmediata por parte del personal clínico presente.

El suceso obligó a reorganizar temporalmente las operaciones internas del cuartel, ya que el área comprometida forma parte del sistema logístico que abastece a las unidades móviles que sirven a Sabaneta y comunidades cercanas. Esta circunstancia generó medidas preventivas inmediatas y ajustes en los procedimientos diarios para asegurar el funcionamiento interno mientras se normaliza la situación.

A partir de este hecho, los equipos técnicos iniciaron una revisión estructural del depósito con el propósito de determinar condiciones del área, verificar protocolos de almacenamiento y establecer los ajustes necesarios en la administración del combustible. Estas labores buscan garantizar que los recursos se mantengan bajo estándares seguros en la logística operativa.
Desde hoy, la gestión policial local deberá aplicar disposiciones adicionales para el manejo de recursos, asegurando que las dotaciones mantengan abastecimiento seguro mientras avanzan los peritajes ordenados por la cadena de mando.

Paralelamente, organismos de supervisión interna han sido instruidos para documentar cada fase del proceso, aplicando los lineamientos institucionales que rigen intervenciones en instalaciones afectadas por emergencias de carácter operativo.
