SAN FRANCISCO DE MACORÍS, PROVINCIA DUARTE. – Este sábado 25 de octubre dejó de vivir en la ciudad de Santiago el señor Pedro González Cepeda Díaz, destacado empresario francomacorisano y propietario de la emblemática Panadería Cepeda, ubicada en la calle Salcedo de esta ciudad.
Don Pedro, como era afectuosamente llamado, fue un hombre trabajador y ampliamente apreciado por su comunidad, recordado por su dedicación y el legado que perdura a través de su reconocido negocio, un símbolo de tradición y esfuerzo en San Francisco de Macorís. Su trayectoria refleja años de compromiso con la calidad y el servicio en su localidad, convirtiendo su panadería en un referente para varias generaciones.

Era padre de Elizabeth, Pedro y Julissa Cepeda, quienes junto a otros familiares lamentan profundamente su pérdida. La influencia de Don Pedro en su familia y en la comunidad se percibe en la forma en que su labor y valores han dejado una huella imborrable en quienes lo conocieron y compartieron con él a lo largo de los años.
Sus restos serán expuestos este domingo 26 de octubre en el Cementerio Fuente de Luz de San Francisco de Macorís desde las 8:00 de la mañana. Posteriormente, recibirá cristiana sepultura a las 4:00 de la tarde, en un acto que permitirá a familiares, amigos y vecinos despedirlo y rendir homenaje a su vida y legado, manteniendo viva la memoria de su contribución a la ciudad y a la comunidad local.

La pérdida de Don Pedro González Cepeda Díaz representa la pérdida de una figura destacada del empresariado local, cuyo ejemplo de esfuerzo y dedicación permanecerá presente en la memoria de San Francisco de Macorís, especialmente a través de la Panadería Cepeda, que continúa siendo un emblema de tradición, calidad y compromiso con la comunidad. Su partida deja un vacío importante, pero también un legado que inspira a nuevas generaciones a valorar el trabajo constante y la dedicación a la familia y a la sociedad.
Sus familiares y conocidos recuerdan con cariño su entrega y compromiso, atributos que lo convirtieron en un referente dentro del ámbito empresarial y social de la región, consolidando su nombre como sinónimo de perseverancia y respeto en la ciudad que lo vio crecer y desarrollarse.
El legado de Don Pedro se mantendrá vivo en San Francisco de Macorís, no solo por la panadería que fundó, sino también por la impronta que dejó en su comunidad y en quienes compartieron su camino, haciendo de su vida un ejemplo de esfuerzo y dedicación constante.
FUENTE: Periódico El Jaya
