Diario al Día, Nueva York- Keila Josefina Custodio de Sención continúa extraviada desde el 1 de diciembre, según confirmó un oficial del NYPD, aumentando inquietudes documentadas por la reportera Johandry Jiménez.
Contexto inicial del caso
La ausencia de un registro formal dificulta cada gestión, mientras su esposo Pedro Antonio Sención afirma no tener vínculo con la situación y asegura haber colaborado ampliamente.
Un juez había emitido una orden judicial hacia Keila por situaciones previas en el hogar, elemento que Pedro mencionó como parte del contexto de días recientes.

Pedro explicó que llamó al 911 tras un desacuerdo familiar generado por una discusión menor, lo que motivó la intervención policial y el traslado de Keila según el protocolo.
Aseguró que después de su liberación no volvió a comunicarse con ella y que supo de la situación cuando su abogado informó que Keila había salido sin incidentes visibles.
Reacciones familiares y tensiones previas
La familia cuestionó por qué Pedro no comunicó de inmediato que ella estuvo retenida, inquietud que él atribuyó a mensajes tensos recibidos días antes en medio de diferencias.
Pedro dijo haber notificado a una prima, reconociendo que no contactó a otros familiares por el ambiente complejo que percibía dentro de los intercambios previos.

Explicó que la relación tenía tensiones constantes y que, aunque discutían con frecuencia, decidió permanecer en el hogar porque sus hijos preferían su presencia.
Indicó que tras la última diferencia optó por retirarse temporalmente, convencido de que la convivencia era insostenible y condicionado por la orden judicial existente.
Búsqueda y testimonios recientes
La reportera obtuvo el testimonio de una allegada que acompañó recorridos por precintos y dependencias sin encontrar registros distintos al arresto previamente confirmado.
Vecinos afirmaron que Keila parecía inquieta en días recientes, mientras el superintendente aseguró haberla visto con la mirada dispersa en su último avistamiento verificado.

Esa observación permitió delimitar el período de ausencia, dato considerado clave para reconstruir posibles movimientos posteriores al primero de diciembre.
Amistades mencionaron que confiaba en un círculo reducido, pues no tenía familia inmediata en la ciudad, aumentando la preocupación ante la falta de comunicación.
Personas cercanas dijeron que existían tensiones previas en la relación, incluyendo momentos que requirieron intervención de autoridades por diferencias dentro del hogar.
Conversaciones documentadas por Jiménez mostraron que Keila temía perder la custodia de sus hijos, preocupación que adquiere relevancia en la evaluación del caso.
Acciones posteriores y situación actual
Pedro sostuvo que ha salido a buscarla por distintas áreas, aunque reconoce que no puede acercarse por la orden judicial, limitación que dice respetar estrictamente.
Comentó que acudió al precinto para informar la ausencia, pero recibió la indicación de que, al ser adulta, podía alejarse voluntariamente sin activar protocolos automáticos.
La comunidad mostró inquietud por la falta de avances y por no existir un registro formal, situación que reduce la capacidad institucional para gestiones específicas.
Personas cercanas insisten en que lo prioritario es confirmar su ubicación, evitando especulaciones y centrando los esfuerzos únicamente en datos verificados.
Hasta ahora, el último registro confirmado corresponde a su retención y posterior salida del precinto cuarenta y seis el primero de diciembre, según información oficial.
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