Con la voz entrecortada y la tristeza reflejada en su rostro, una madre de San Francisco de Macorís relató el doloroso episodio en que perdió a su bebé de apenas dos meses en el hospital San Vicente de Paúl. Según narró, llevó a su pequeña con fiebre en busca de asistencia médica, pero afirma que no recibió la atención oportuna. Hoy, entre lágrimas y desconsuelo, pide justicia por la pérdida que sufrió en sus brazos, mientras el vacío y la impotencia dominan su hogar.
La madre explicó que acudió al centro de salud durante la madrugada, esperando ayuda para su hija que presentaba dificultad para respirar. Contó que a pesar de sus ruegos, la atención se demoró y cuando finalmente fue atendida, la situación ya era crítica. Entre sollozos recordó cómo todo sucedió con rapidez y cómo su pequeña dejó de existir sin que pudiera hacer nada para evitarlo.

“Ay, mi bebé me lo quitaron esos doctores. Ay, con apenas dos meses. Ay, yo fui como a las tres de la mañana a decirles que mi bebé no podía respirar. No me pusieron asunto y luego fueron con una mascarilla que le cubría su cara”, expresó la madre, profundamente afectada por la fatalidad que marcó su vida.
En su relato añadió que “me le dieron más de 25 pinchazos a mi bebé, que se trancó de tanto llorar, se apretó y me lo entubaron”. Cada palabra evidenciaba la mezcla de tristeza, rabia e impotencia que la acompañan desde aquel día. La escena quedó grabada en su memoria como una herida abierta que no logra sanar.
La familia exige una investigación que determine si hubo fallas en la atención brindada en el hospital. Vecinos y allegados han expresado su apoyo a la madre, describiendo la situación como un hecho doloroso que ha conmocionado a toda la comunidad. En medio del sufrimiento, la mujer mantiene su clamor por respuestas y justicia, aferrada al recuerdo de su pequeña, cuya pérdida dejó un profundo vacío en su corazón.
