Con el corazón destrozado y entre lágrimas, Harolyn Navarro, residente en el sector San Miguel de Fantino, hizo un desesperado llamado a las autoridades dominicanas para que le ayuden a repatriar el occiso de su hijo, Fraylin Reyes Navarro, un joven de apenas 19 años que dejó de vivir en el estado de Connecticut, Estados Unidos, tras inhalar monóxido de carbono mientras dormía dentro de un vehículo encendido.
Según relató la afligida madre, Fraylin había viajado recientemente a Estados Unidos junto a familiares con la intención de apoyar económicamente a su familia, pero decidió quedarse ayudando a su tío en labores cotidianas. “Mi hijo tenía frío y se metió a un carro a calentarse, se quedó dormido y el monóxido lo provocó su pérdida“, narró Harolyn con profundo dolor, explicando las trágicas circunstancias en que su hijo dejó de existir de manera inesperada.
La madre explicó que las autoridades estadounidenses le han ofrecido la opción de cremar el occiso como alternativa para facilitar su traslado, pero su único deseo es poder traerlo a la República Dominicana para brindarle cristiana sepultura en su tierra natal. Para Harolyn, la posibilidad de tener a su hijo completo y despedirse de él apropiadamente representa un consuelo fundamental en medio de su inmenso dolor.
“Yo no quiero traerlo cremado, yo quiero tener a mi hijo conmigo, darle su sepultura aquí. Le pido al presidente, a la primera dama y al Ministerio de Relaciones Exteriores que me ayuden, por favor“, expresó entre sollozos la desesperada mujer, quien no cuenta con los recursos económicos necesarios para costear el traslado del occiso desde Connecticut hasta República Dominicana.
El occiso del joven permanece en Connecticut bajo custodia de las autoridades locales, mientras su familia en Fantino clama por la solidaridad del pueblo dominicano y la intervención urgente de las autoridades competentes para hacer posible el traslado. El costo de repatriar un occiso desde Estados Unidos puede ascender a varios miles de dólares, una suma inalcanzable para esta humilde familia que atraviesa momentos de profundo sufrimiento.
La comunidad de San Miguel se ha solidarizado con Harolyn en su dolor y varios vecinos han expresado su disposición de colaborar con lo que puedan para ayudar a la familia. Sin embargo, reconocen que la magnitud de los gastos requiere la intervención de instituciones gubernamentales o de personas con mayor capacidad económica que puedan facilitar el proceso de repatriación.
— Sucesos Del Dia Dominicano (@eliotstabler6) October 28, 2025