La tormenta tropical Melissa continúa desplazándose con lentitud sobre las cálidas aguas del Caribe occidental, casi inmóvil al sureste de Jamaica mientras acumula humedad y gana intensidad. Su desplazamiento pausado ha generado preocupación por las lluvias persistentes que ya afectan a Haití y que han provocado la pérdida de tres personas, según reportes preliminares.
El fenómeno mantiene un movimiento extremadamente lento, y los pronósticos indican que podría fortalecerse hasta alcanzar categoría de huracán hoy sábado. Se espera que continúe hacia el oeste, generando vientos intensos y precipitaciones abundantes sobre Haití, República Dominicana, Jamaica y Cuba, con alto riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en zonas montañosas.
Stephen Mullens, profesor de la Universidad de Florida, explicó que “cuanto más lento se mueve una tormenta, más tiempo tiene para liberar una gran cantidad de lluvia en un solo lugar”. Este comportamiento atmosférico ha sido observado también por Phil Klotzbach, investigador de la Universidad Estatal de Colorado, quien señaló que los ciclones tropicales suelen avanzar a una velocidad de entre 16 y 20 kilómetros por hora, mientras que Melissa apenas se desplaza a tres kilómetros por hora.
“Se desplazaba a lo mejor a unos 16 kilómetros por hora, y en los últimos dos días prácticamente se ha detenido”, afirmó Klotzbach. El especialista indicó que el sistema se encuentra entre dos áreas de alta presión que debilitan los vientos predominantes, lo que impide que avance con normalidad. “Hay una piedra en el arroyo, pero el arroyo está estancado. No hay nada que impulse a la tormenta”, añadió.
Los meteorólogos advierten que las tormentas tropicales con desplazamiento casi nulo pueden concentrar lluvias prolongadas en áreas reducidas. La situación en Haití y Jamaica resulta más compleja por la geografía montañosa, que favorece la condensación y agrava las precipitaciones. En algunas zonas aisladas podrían registrarse acumulados de entre 50 y 76 centímetros de lluvia, además de posibles deslizamientos de tierra.
El comportamiento de Melissa recuerda otros fenómenos recientes que permanecieron estacionarios y generaron efectos severos. Entre ellos destacan Dorian en 2019 sobre las Bahamas, Florence en 2018 en Carolina del Norte y Harvey en 2017 sobre Texas, todos con consecuencias graves por lluvias persistentes.
Los expertos señalan que la velocidad media de los ciclones tropicales ha disminuido desde mediados del siglo XX, posiblemente por influencia del cambio climático. Aunque Melissa no mantendrá su lentitud indefinidamente, se prevé que tras su paso cercano a Jamaica y Cuba recupere velocidad hacia el noroeste, aproximándose a las Bahamas a finales de la próxima semana.
