Un teniente coronel de la Policía Nacional fue declarado responsable de estar involucrado en la pérdida de una persona en el sector Los Ríos del Distrito Nacional, ocurrida en diciembre del pasado año. El hecho, registrado por cámaras de seguridad, se difundió ampliamente en redes sociales y medios de comunicación.
Las magistradas del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional impusieron una condena de 20 años de prisión al alto oficial Francisco Suriel Arias, quien deberá cumplir la pena en el Centro de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, ubicado en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste.
La persona que perdió la existencia fue Gregory Mena Montero, de 28 años, padre de dos menores, quien era perseguido por una patrulla encabezada por Suriel Arias tras una denuncia presentada por dos jóvenes, quienes aseguraron haber tenido un incidente vial con él en la avenida Nicolás de Ovando.
De acuerdo con el expediente, el occiso se desplazaba en una camioneta Toyota Tundra y fue seguido por la patrulla entre las 11 y las 12 de la noche. El grupo policial logró alcanzarlo en la calle La Fe luego de proyectar contra el vehículo, aprovechando la congestión del tránsito en la zona.
Las juezas que dictaron la decisión fueron Leticia Martínez Noboa, presidenta en funciones del tribunal; Evelyn Rodríguez, jueza miembro; y Yuleika D. Henríquez Romero, suplente. Por parte del Ministerio Público actuaron las fiscales litigantes Cynthia Bonetti y Carlenny Camilo. Las motivaciones completas de la sentencia se darán a conocer en los próximos días.
Durante la audiencia, la parte acusadora sostuvo que el teniente coronel “se dirigió de manera rápida y de manera inadecuada a la puerta del conductor, procediendo a desmontar a la víctima del vehículo”. Según los representantes legales de la familia, el oficial lo habría empujado y perjudicado físicamente, además de propinarle un trauma con un objeto de fuego.
El informe señala que, cuando el oficial intentó realizar otro trauma, efectuó una detonación que impactó el hombro superior de la víctima con salida en la región mandibular izquierda. Como consecuencia de esa lesión, Gregory Mena Montero perdió el aliento.
El joven se encontraba acompañado por Erica Acosta, quien, tras escuchar la detonación, abandonó el vehículo en estado de conmoción. En su defensa, el oficial argumentó que Gregory lo irrespetó y forcejeó con él, añadiendo que “cometí el error y fui a darle un trauma, y se me escapó una detonación” que afectó al joven de manera fatal.
Con esta decisión, el tribunal estableció una condena firme por la acción violenta cometida por el oficial, cerrando un proceso seguido de cerca por la opinión pública debido a la repercusión que el caso generó desde su difusión inicial.