Se siguen conociendo informaciones sobre los diversos actos ilícitos cometidos por la red medusa, en esta oportunidad, afectando a la cárcel de Rafey.

Gracias a una descripción realizada por el Ministerio público, se pudo dar a conocer que la red, había sacado provecho del desconocimiento que poseían los encargados de recibir alimentos en los centros penitenciarios, puesto que cada uno de los centros, recibe un cargamento bajo la licitación realizada para poder hacer surtido del suministro semanal. En el expediente se menciona, que, parte de método de operación de la red, en este caso, involucraba la falsificación de las facturas de entregas, en las cuales, se asignaba una entrega al centro penitenciario, pero este recibía otra cosa totalmente diferente a lo que se terminaba facturando, poniendo siempre por delante, los intereses económicos de la organización.

Uno de estos casos, es el del CCR-Santiago-Rafey Hombres, el cual, se vio fuertemente afectado, por este modo de operar. La acusación establece, que eran los choferes de los proveedores los encargados de llevar a cabo la falsa carga de alimentos y con ellos, la facturación manipulada, puesto que al hacer la entrega, los conduce tenían una cantidad de alimentos estipulados para la entrega y recibimiento, pero a la hora de facturar el cobro, manejaban otro conduce realizado por los imputados de la red, el cual era entregado al centro penitenciario, donde estaban claramente alteradas las cantidades del conduce original del pedido para adaptarlo a las cantidades contratadas en la licitación.

Un ejemplo claro del ejercicio en el expediente, era la entrega de pollos y arroz al centro penitenciario, en el cual se debían recibir 700 libras de pollo y 28 sacos de arroz, los cuales tuvieran un peso de 25 libras cada uno, sin embargo, estas cantidades no eran entregadas tal como lo pedía la institución. Tras eso, era el director del centro penitenciario quien se encargaba de tramitar un informe para hacer un llamado por la situación, el cual era recibido por Mercedes Camelia Salcedo Disla y Carolina Pimentel Bonifacio, quienes actualmente, forman parte de los imputados en el caso.

En el expediente, está expuesta la información suministrada por los fiscales encargados de investigar el caso, en el cual se relataron varios de estos informes entregados, sin obtener respuesta alguna. Tal es el caso ocurrido el 8 de abril de 2019, en el cual, quien era director de dicho centro penitenciario, Desiderio Albar Galvas, redacto el informe, expresando su inconformidad por la cantidad de alimentos recibidos, puesto que habrían faltado en la semana, unas 300 libras de carne de res y unas 57 libras de pollo.

Se continúa en el documento, que al momento del director confrontar a los conductores por las cantidades faltantes, estos les respondían comentándole que la carne se descongelaba en el camino y por eso se terminaba perdiendo peso en el pedido, cosa con la que nunca estuvo de acuerdo Albar Galvas, puesto que en el caso del pollo, siempre llegaba congelado, por ende, el centro terminaba pagando una compra con cantidades faltantes en los alimentos.

Acusación por conduces falsificados.

Quedó estipulado en las acusaciones realizadas en el expediente del Ministerio Público, que los supuestos conduces falsos, eran realizados en una oficina de la organización ubicada en la calle Federico Geraldino No.94 esanche Piantíni en la capital dominicana.

Dentro de la acusación, quedaron señaladas Mercedes Camelia Disla y Carolina Pimentel Bonifacio, quienes contaban con el acceso a la información de todos los contratos de suministros manejados por los proveedores y sin importar los múltiples informes en los que recibían la queja de parte de los centros penitenciarios, por el recibimiento de hasta un 60% menos de los alimentos requeridos, estas terminaban facturando los conduces falsificados que terminaban acreditando las entregas.

En el centro penitenciario Rafay Hombres, para el período del 2018 al 2020, fueron aproximadamente 25,881,665 millones de pesos los desviados por la red medusa bajo el concepto de alimentos contratados.