¿Qué hacer si mi bebé viene con alguna condición?. Los padres se hacen esta pregunta. Es así como, varios autores aseguran que, frente a la noticia de que en el diagnóstico prenatal haya surgido algo fuera de lo regular que indique cualquier tipo de afectación, los papás muestran fuertes emociones de tristeza. También hacen un berrinche, sienten inquietud, temor, culpa y demás.

Inclusive, en este instante se vive un duelo. Saber de un diagnóstico resulta una colisión frente a lo cual los papás habían deseado de su futuro. Y,  paralelamente significa la pérdida de este futuro idealizado.

Lo primero que se debería realizar en este caso es darse el espacio de sentir libremente. Entendiendo que aquellas emociones son la actitud común dado el entorno; para superarlas, se debe vivirlas.

Seguido de esto, podría ser ideal acercarse a un profesional de la psicología que logre ofrecerle apoyo a lo largo de este proceso.

Es así como, se comenta que, al esta ser una viable vivencia traumática, debe ser tratada como tal. Asimismo, recalcan el costo terapéutico de dialogar sobre el acontecimiento.

Condición

Lo primero que se debería realizar en este caso es darse el espacio de sentir libremente

Es necesario buscar información sobre la condición con la que viene el bebé

Otro elemento que agrava el estado psíquico de los papás a lo largo de dichos instantes es el desconocimiento: el no disponer de la información elemental sobre la condición que su hijo sufra.

Estudios recientes sostienen que las parejas que participaron en su análisis se sentían frustradas gracias a la escasez de información. Para aliviar esta ansiedad y frustración, es fundamental entrar en contacto con expertos de la salud que logren contestar cada una de las dudas. Así sea el mismo ginecoobstetra, un especialista en neurodesarrollo, etc.

Asimismo, puede ser de ayuda ponerse en contacto con otros papás que hayan atravesado una situación semejante. De modo tal que logre nutrirse de su vivencia y, al mismo tiempo, sentirse en compañía y comprendido.

Si bien nadie reacciona del todo igual, cada una de las vivencias son válidas, así como los sentimientos que estas conllevan. Admitir es decir el primer paso, y el siguiente es acercarse a personas —profesionales de la salud, personas que hayan pasado por lo mismo— que logren beneficiar en su proceso a partir de sus diversas habilidades.