Miembros oficiales de la policía nacional dieron con la identificación de los líderes de la red de prostitución internacional, donde trataban con mujeres venezolanas y colombianas, que operaban en Punta Cana, La Altagracia y en el Distrito Nacional.

Los cabecillas que operaban en Punta Cana fueron identificados como Daniel Inirio y José Michel, quienes se denominaban en la zona como Catlleya; en la zona del Distrito Nacional, estaba liderado por José Rosario y su novia.

Ante tal operativo, el Ministerio Público pudo rescatar a más de 80 mujeres sudamericanas que hacían labor en la red de prostitución en República Dominicana, donde eran obligadas a prostituirse por tener una deuda que oscilaba entre 3,000 y 4,000 US$.

Inirio se dedicaba a realizar exhibiciones en los medios sociales, donde posaba con motos de último modelo, así como subía videos en el cual mostraba parte del grupo de chicas venezolanas y colombianas, que las denominaba como carne de peluche.

En el informe emitido por las autoridades, indicaron que las mujeres permanecían obligadas a consumir sustancias controladas, donde las sometían a tratos vejatorios e infrahumanos, quitándole también la libertad propia, lo que producía a que se escaparan.

Los involucrados al caso habían creado una red, en el cual reclutaban a mujeres entre los 18 a 23 años de diferentes países, donde mayor población había era Colombia y Venezuela, bajo el propósito de tratar personas con la modalidad de comercio sexual.

Las jóvenes residían custodiadas en el Hotel Caribe, que se ubica en el Distrito Nacional, al igual que en el Residencial Coco Real, que queda en Bávaro de Punta Cana.

En el informe también explicaban como operaban los criminales, indicando que ofrecían integrarlas al país en trabajos bien remunerados y al llegar eran explotadas sexualmente.

Los servicios de las chicas eran valorados desde los 100-150 dólares la hora, y 400 por una noche.