El cuerpo de Policía de Nicaragua, realizo el allanamiento de la residencia de un obispo católico, este viernes 19 de agosto, en horarios de la madrugada, para presuntamente detenerlo en conjunto a varias personas que se encontraban acompañándolo, puesto que tendría citaciones desde hace más de dos semanas a las cuales había hecho caso omiso.

El motivo del operativo, según explicaban las autoridades, es que el obispo perteneciente a la diócesis de Matagalpa Rolando Álvares, quien es popularmente conocido por ser crítico del actual gobierno de Daniel Ortega, se había encargado presuntamente de la organización de grupos violentos a los cuales había incitado para llevar a cabo actos de odios en contra de la población.

Todo el procedimiento fue rápidamente conocido, gracias a la publicación de la diócesis de Matagualpa, que apenas ocurrió todo, publico el siguiente mensaje a través de sus redes sociales:

“#SOS #Urgente. A esta hora la Policía Nacional ha ingresado a la Curia episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa”.

Hasta el momento, no se ha tenido una confirmación del procedimiento por parte de la Policía Nacional ni del gobierno.

Por su parte, Pablo Cuevas, quien es abogado del no gubernamental Comité Permanente de Derechos Humanos, expresó a través de un video, que el hecho era algo que no fue para nada inesperado y asegurando que la detención arbitraria y abusiva del Monseñor Álvarez, era algo que veían venir, condenando finalmente el hecho ocurrido.

El sacerdote nicaragüense Edwin Román, quien actualmente se encuentra en el exilio en Estados Unidos, publicó un mensaje a través de Twitter, en el cual expresaba su preocupación por la detención arbitraria del Monseñor Rolando Álvarez, y de todos los sacerdotes que en el momento se encontraban acompañándolo.

La semana pasada, la Policía Nacional, habría informado que dentro de la investigación que se le estaba realizando Rolando Álvares, se encontraban varias personas señaladas, y realizo la advertencia de que tenían prohibido salir de sus hogares mientras se encontraran realizando el trabajo investigativo.

Actualmente, se vive una fuerte tensión entre el gobierno de Nicaragua y la iglesia, que semana tras semana se ha ido incrementando. En los últimos meses, el gobierno ha logrado cerrar al menos ocho radioemisoras y un canal de televisión en la provincia de Matagalpa, de las cuales, siete de estas emisoras se encontraban bajo la gestión de la iglesia católica.

La investigación en contra del Monseñor Álvarez, habría sido anunciada la semana pasada por la Policía Nacional, tras las críticas realizadas por Rosario Murillo, quien es Primera Dama y Vicepresidenta, sobre los “pecados contra la espiritualidad” y la “exhibición de odio” en lo que fue una aparente referencia hacia el obispo.

Por otro lado, el vaticano ha guardado silencio público, durante todo el lapso de tiempo en el que han ocurrido los hechos, iniciando desde la investigación. Esta acción ha llevado a diversos activistas de derechos humanos y a algunos intelectuales latinoamericanos, a expresar sus críticas ante la situación.

De la misma forma, el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Carlos Herrera, no ha dado respuesta a ninguna solitud realizada de comentarios.

Recordamos que para el año 2018, en Nicaragua se vivió una fuerte tensión debido a la ola de protestas callejeras, las cuales tuvieron, como principal intención, alzar la voz para pedir la renuncia de Ortega. Sin embargo, esta acción fue respondida por el gobierno con una fuerte represión bajo el cuerpo de fuerzas policiales y paramilitares, desatando una gran violencia que dejó como resultado a 355 fallecidos, un número superior a 2,000 heridos y al menos 100,000 exiliados, según los reportes presentados por los organismos de derechos humanos.

Tras haber logrado estabilizar la tensa situación, el presidente ortega dijo que la revuelta social había formado parte de un “fallido golpe de estado” y señaló a la iglesia católica de Nicaragua, y a grupos de apoyo extranjero como los principales organizadores.

Desde ese momento, el gobierno de nicaragua se ha encargado de actuar rápidamente en contra de cualquier voz disidente, inclusive optando por el encarcelamiento de líderes pertenecientes a la oposición. Así mismo, ha logrado el cierre de más de 1,000 organizaciones no gubernamentales, por supuesta conspiración en contra del estado.

Según lo ha expresado la misma oposición de Nicaragua, dentro de la nación, existen al menos unos 190 presos políticos. Por su parte, Ortega declara que los detenidos, en la actualidad, han sido delincuentes, terroristas.

Fuente: Diario Libre