El actor Andrés García hizo una intensa confesión sobre su hija Andrea. A quien desconoció tras las supuestas acusaciones que hizo la actriz sobre que fue víctima de abuso de parte de él.

«Andrea ni es hija mía y no hay nada que componer. Voy a mencionar lo que ha ocurrido en realidad. Yo hice el reconocimiento solo por ayudarla. Con el nombre y en su carrera. Pero ha resultado una malagradecida, no supo agradecerlo.

Para mí, Andrea ni siquiera existe», comentó el actor dominicano en entrevista con “TV y Novelas”. El protagonista de “El cuerpo del deseo” comentó que no desea saber nada de Andrea, ya que se metió en cosas de oscuridad una vez que él intentó ayudarla.

Puesto que cómo no voy a estar enojado. Ella, Andrea García, una mala persona, se metió con gente de la mafia negra, sé que está metida hasta en la prostitución. Intenté aconsejarla y me había inventado una pendeja, que yo la había violado desde de pequeña», describió.

Eso es una verdadera pendejada, no tener mamá, como si yo necesitara hacer pendejadas; por esa razón, para mí, ella ni siquiera existe». Andrea es fruto de la relación de Andrés García con su ex-esposa María Fernanda Ampudia.

Andrés García

Andrea es fruto de la relación de Andrés García con su ex-esposa María Fernanda Ampudia.

Andrés García hace declaraciones

Estas declaraciones las dio el actor a días de inquietar a sus seguidores por su estado de salud por una caída que padeció y le abrió la frente. Además, confesó que tiene cirrosis, que es la cicatrización y el desempeño deficiente del hígado.

El primer actor compartió que gracias a los años de excesos con el alcohol ahora tiene inconvenientes en el hígado y esto le ha desencadenado otros males.

Ya hace varios años me recomendaron amigos médicos: ‘Bájale a la fiesta Andrés García, ya que te puede da cirrosis y la cirrosis mata’. No hice caso y ahora resulta que tengo cirrosis; sin embargo, no para allí, es una cosa”, mencionó García en entrevista con el programa “De primera mano”.

El actor, de 81 años, reveló que aquello le ha desencadenado otros males. He perdido la audición, casi no escucho, lamentó, «me siento bastante débil y mal. Ya tenía como una semana con unos dolores en los hombros, en los nudillos y en los omóplatos».